No voy a hacer una lista para felicitar a cada jugador que jugó bien, porque tendría que felicitar a todos los jugadores, y en realidad, todos jugaron por el bien del equipo, así que a eso me dirigiré: al equipo. Tremendo el equipo. Sólido -parece que a Ribaír le queda mejor el puesto de central-, con un Cata Díaz fantástico, imponente. El medio también, consolidado por fútbol -Gago-, asimismo talento -Miño, Erbes- y organizado. Arriba, para qué hablar, un genio el Burrito, un genio Cángele; Blandi la que le quedó metió, así como lo tiene que hacer el nueve. Cuando el Burrito la tenía, meditaba si pasársela al tanque Insúa que corría a todo motor por la izquierda o seguirla él mismo; así pasaba como cuando la tenía Sánchez Miño.
UN ESPECTÁCULO. Estamos dejando de qué hablar a muchas bocas grasientas de anhelo malicioso. Y Dios quiera que sigamos tapando muchas bocas más. Esto recién empieza, y como dijo Bianchi, si bien lentamente -aunque esta vez el cambio de juego fue enorme- se nota el cambio de aspecto de Boca. Un Boca que quedó a dos puntos del puntero, un Boca sólido y rápido, un Boca futbolero... Un Boca que, poco a poco, vuelve a ser el Boca de Bianchi.
Argentina está feliz.
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Genio ;)
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