Riquelme, el último jugador con códigos

17 de octubre del año 2008. Previo a un Superclásico, el por entonces defensor xeneize Julio César Cáceres criticó en un programa radial al 10 de Boca, Juan Román Riquelme, responsabilizándolo de la crisis del equipo (se ubicaba a ocho puntos del líder del torneo). 
En una conferencia de prensa que realizó Román días después, los periodistas lo bombardearon a preguntas aludiendo a los dichos de Cáceres, esperando que el ídolo de Boca cediera bajo la presión y le devolviera el palo al defensor paraguayo. Riquelme, con mucha serenidad, respondió así:

Extractos textuales de la conferencia:
Román: El domingo vamos a jugar un partido de fútbol. Cáceres si llega hoy, llega mañana, hablaremos cuando tengamos que hablar. Las cosas se hablan en el vestuario. Y yo las cosas que hablo en el vestuario no se las voy a contar a ustedes. Ahora, si él se las cuenta, problema de él. Yo a ustedes no les voy a contar nada.
Periodista: O sea, ¿coincidís en que él rompió un código?
Román: No, eso lo estás diciendo vos. 
Periodista: Me dejo llevar por tus palabras.
Román: No hay que sacar más conclusiones. Hay que hablar de lo que yo estoy diciendo. Vos me preguntás, yo te contesto y nada más. No hay que empezar a decir "él dijo una cosa, por eso yo estoy sacando la conclusión de esto". Es como tu trabajo. Vos hablarás con quien vos quieras, de la manera que vos quieras, y yo no voy a preguntarte de lo que hablaste. No me interesa lo que vos hablás con tus compañeros. Entonces mi trabajo es entrenar de lunes a sábado. Riquelme entrena de lunes a sábado. El día viernes Ischia nos hace concentrar. Riquelme concentra. Hago lo mismo que hacen mis compañeros. El día domingo juego bien, juego mal, es otra cosa. Y las cosas que yo hablo en el vestuario quedan en el vestuario. Y si tengo que hablar con este muchacho, hablaré y ya está, no pasa nada.
Periodista: Hablás de este muchacho, no de un compañero ni de Cáceres.
Román: Ah, bue. Contestemos otra cosa, dale.
Periodista: Pasaron varios días de este tema con Cáceres. ¿Pasó un poco la bronca del momento? ¿Estás más tranquilo con este tema?
Román: No tengo que estar más tranquilo porque yo no le hice nada a nadie. Pregúntenle a él si está tranquilo; yo estoy bien, yo estoy feliz al igual que siempre. Hago lo mismo de siempre cada día.
Periodista: ¿Te arrepentís entonces de haber dicho lo que dijiste de Cáceres en su momento? Digo, porque si no lo hubieses hablado con él adentro.
Román: No entiendo.
Periodista: Sí. Vos decís que todas las cosas que hablás con tus compañeros las hablás adentro en el vestuario. Entonces, como se habló afuera, digo...
Román: Pero yo vine a hablar del clásico. Y mañana si hablo con Cáceres, me voy a sentar acá la semana que viene con ustedes, y no les pienso decir nada, ni a vos, ni a vos, ni a nadie. Como ustedes no me interesa con quién hablan en su trabajo. ¿Está bien?



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