Román aquella noche en Tokyo volvió loco al conjunto merengue: los paseó de un lado para el otro, asistió a Palermo en uno de los dos goles que convertiría el Xeneize y fue fundamental para la victoria histórica de Boca ante el equipo español.
Horas después de finalizado el encuentro, los jugadores de Carlos Bianchi tomaron el avión para volverse a Buenos Aires. Una vez allí, Guillermo Barros Schelotto tomó la copa que habían ganado y se sacó una foto con ella, junto a Palermo. En la foto se distingue a Juan Román Riquelme en el asiento de atrás, apoyando la cabeza en la almohada contra una ventana y durmiendo, abatido después de haber hecho (una vez más) historia con Boca.
grande crack
ResponderBorrarRomán nunca te voy a olvidar!!!
ResponderBorrarEn él, se debe haber inspirado el que inventó el fútbol, exquisito, sutil hasta lo infinito, en el césped el dibujo fue su arma predilecta, ama a la pelota como a su Madre, es regocijo de quien tiene la dicha de verlo. Si...el inventó el maravilloso juego, y si algo queda de su magia, a él se lo debemos. único, cuidémoslo.
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