Ahora, la diferencia radica en la hinchada de River. Cuando su equipo juega bien, y gana, ellos cantan, se ponen orgullosos, alientan con todo lo que pueden y tienen. Pero cuando su equipo pierde, no logran entender el motivo de su derrota, y quieren ver a su equipo otra vez jugando bien, y lo insulta, le pide que juegue bien, que no sea pelotudo; pero ahora la hinchada de River es más cauta, porque sabe que si putea a su equipo los bosteros se le reirán. Entonces no saben qué hacer, porque no pueden alentar cuando su equipo pierde porque simplemente no está en la naturaleza de un hincha de River, pero tampoco se ven permitidos a insultarlos, porque el país se le volvería a reír. Entonces la hinchada de River calla, y nace el silencio atroz, un silencio tan intenso que hasta un propio jugador de River se mostró confuso por ese fenómeno artificial del silencio que no debería existir en un seudónimo grande.Entonces, la hinchada de River se mostró más confusa aún, porque no quería insultar a su equipo no porque no quisieran en realidad, sino porque no querían que los bosteros se les burlen, tampoco querían no alentar, porque también el país se les reiría de su silencio atroz (si bien no pueden evitarlo cuando no saben qué hacer), así que lo resolvieron de la siguiente forma: discriminando, tratando a los hinchas de Boca como negros, como bolivianos y/o paraguayos.
Entonces vayamos a un acontecimiento que ocurrió este año, en el Torneo Final. Vayamos a la 12º fecha, cuando ocurrió el partido más importante: el Boca vs. River. Todo el mundo sabe lo que pasó esta fecha: los dos equipos empataron por 1 a 1, y la hinchada de Boca trató a la de River como "puto y cagón" y descansó sobre la mancha de River, por irse a la B. Todos vieron el descanso de la hinchada de Boca, cómo explotó de alegría, de felicidad bostera (esa felicidad que nadie entiende, que no termina nunca, ni aunque vaya perdiendo por 6 a 0 contra San Martín de San Juan), y la hinchada de River, simplemente, enmudecida. Un silencio atroz.
En este partido, el partido fue suspendido por 10 minutos, por tanto escándalo. A Boca le habían parado el partido por alentar. Y el 'River, decíme qué se siente', el 'Vooos sos de la B', el 'El que no salta, se fue a la B' y el 'Aunque no salgas campeón, el sentimiento no se termina' se escuchó por toda la cancha, entonadas por personas disfrazadas de fantasmas.
Una fecha después de este partido, River descargó toda su furia. Le ganó a All Boys por 2 a 0 en el Monumental, pero en lugar de cantar por su equipo (porque solo pueden cantar cuando ganan), descargaron su furia cantando este cántico: 'Son todos putos de Bolivia y Paraguay... El que no salta es de Bolivia y Paraguay...'. Yo me puse muy triste cuando vi esto. No, no porque me hiriera lo que cantaban esos racistas, sino porque rebajaban demasiado el fútbol argentino. Al considerarse a River como el segundo grande, una posición como la que tomaron, de discriminar a nuestros hermanos paraguayos y bolivianos, fue muy triste. Yo me siento orgulloso de que muchos bolivianos y paraguayos elijan ser hincha de Boca, ya que naturalmente se hacen hincha del club más popular al país donde migran. Pero más allá de esto, lo que quería decir es que en ese partido, el árbitro paró el partido. A River le habían parado el partido por discriminar. Una postura muy diferente a la hinchada de Boca, que habían hecho que paren el partido por alentar.
Y es que, parece, los que no pueden ser tan grandes como los demás suelen ser muy caprichosos e infantiles, tan así que cantan estos cantos xenófobos. Tan mal hablan de ellos mismos... No es de extrañar que hayan descendido, y después de todo, que hayan roto su estadio, le hayan pegado a sus jugadores, hayan tirado maíz a la cancha, pañales, piedras, que hayan puteado a sus jugadores y hayan sido cuestionados por sus propios jugadores...
Pero, al fin y al cabo, terminamos diciendo que a Boca le suspenden el partido por alentar, a River por discriminar. Una diferencia muy grande, me parece. La diferencia entre la grandeza y la envidia, entre el amor y el odio.
Porque no las llaman gallinas porque sí.
Del barrio, de la provincia, del país y del mundo. Boca está por todas partes, y la felicidad bostera se difunde a lo largo y ancho del planeta.
El otro día un amigo hincha de Boca me pasó por Facebook una foto que había subido la página oficial de River (que por cierto tiene 2 millones menos seguidores que la oficial de Boca). Yo le pregunté para qué me pasaba la foto. Me dijo que mire el comentario más destacado.
Cuando abrí la foto, vi en el comentario más destacado la pregunta de un chico llamado 'Alan CARP'. La pregunta decía así:
"Hola. Primero que nada quiero decir que soy boliviano. Solo quería decir que miro siempre que puedo los partidos de River, cuando lo pasan por la tele o a veces lo miro por la computadora. Y una vez vi que nuestra hinchada cantaba 'Son todos putos de Bolivia y Paraguay'. ¿Por qué cantan eso? De verdad no lo sé. Me sentí insultado, y me dio mucha bronca. Yo soy hincha de River, pero me dio mucha bronca que mi propio club me insulte".
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